Después de pasar casi una semana en Lima, consentidos por nuevos amigos, sanjuaninos, Patricia, Mario y familia: mate chocolinas, lavarropas, locro, paseos y todo el cariño de una familia; partimos entusiasmados sólo porque tenemos nuevos compañeros de ruta.
Nos encontramos en la plaza de Miraflores, con Sean, Ingrid y Kate, con quienes ya venimos pedaleando desde que entramos en Perú, y al convoy se han agregado felizmente, Álvaro y Ali, que andan dando una vuelta al mundo o unas rodadas.
Sí somos un montón, es sábado por la mañana y la gente que somos parte de una carrera o alago así …
Somos 7 en bicis cuando salimos de Lima entre un tránsito imposible, o típico de Lima, por el que nos escabullimos sin problemas, hasta la Panamericana Sur.
Desde allí, el desierto, de polvo, dunas, arenas grises y doradas, monótono a veces e increíble y bello otras; caliente y ardiente alunas horas y fresco y con olor a sal de mar, otras …
Pedaleamos sin parar de conversar entre nosotros y a veces en silencio, por rutas de grandes contrastes. La naturaleza imposiblemente más bella con atardeceres tras las dunas, o el mar rompiendo en los acantilados; al lado de los caseríos más pobres que hemos visto hasta el momento, casitas de totoras con sólo arena alrededor…
Perú nos conmueve, nos deleita, nos aturde, nos sorprende. Cada día algo nuevo… Islas con pingüinos, lobos de mar y muchas aves, un oasis en medio de dunas salidas de un cuento, pueblitos de pescadores, gente viviendo en donde la vida parece imposible …
Algunos días el calor ardiente del desierto nos obliga a buscar sombra y más descansos que de costumbre…
En la ruta no hay sombra y buscamos cualquier puesto para descansar del calor del sol ,y no somos los únicos …
El tiempo parece haberse detenido aquí …a veces …
Entre días de bici, tenemos también algunos para descansar, trabajar y jugar …
Nuestros compañeros de viaje nos animan a seguir, nos motivan, alegran, nos hacen reflexionar y ser flexibles y de a poco vamos forjando lazos … Y así pedal a pedal hemos hecho nuevos amigos … Y eso es lo que hoy me hace muy feliz !
Así el viento imposible de frente es menos fuerte, el sol menos ardiente y los kilómetros pasan más de prisa …
Al llegar a Nazca, nos despedimos de Alicia y Álvaro, pero sólo por unos días, pues esperamos poder seguir juntos en Bolivia, después de que vuelvan de Cuzco. Hemos intercambiado experiencias,pedaleado interminables horas juntos, conversado de la vida, jugado en las dunas, paseado en la playa y diez días se han pasado muy rápido. Con muy pocas ganas les decimos adiós y hasta pronto.
Seguimos en el desierto, el viento sigue de frente más fuerte que nunca, vamos determinados a llegar pronto a Arequipa, pero Perú tiene sus propios planes para nosotros, y nos vamos adaptando a ellos.
Desde hace tres días, un mar azul y bravo con olor a sal, se ha instalado a nuestra derecha y nos acompaña todo el viaje , cuesta arriba y abajo de las dunas y nos hace feliz el sólo mirarlo estallar en los acantilados o contemplar cómo calmamente va bañando la playa.
Pueblo a pueblo vamos avanzando por la ruta que nos hemos trazado y nos lleva al sur …
Disfrutando de la soledad y quietud de acampar en la playa, de la belleza del mar en el desierto, pedaleando con todas las ganas que podemos y felices y en paz, de estar haciendo hoy,
lo que estamos haciendo !