Adiós y Gracias a Roberta y de vuelta a la ruta ! Pasamos el desvío a Puerto Escondido, sin desviarnos nosotros esta vez, derecho, derecho a unas montañas gigantes enfrente nuestro…
No tenemos muchas fotos de este trecho, (pero he puesto todas las que sacamos ) que aparte de ser aburrido, hacía demasiado calor para parar a sacar fotos, más o menos para que se den una idea de lo contentos que estábamos de terminar el desierto !
Todo el mundo nos había aconsejado hacer esta parte en colectivo, o tratar de que alguien nos acerque, pues lo veían como una pérdida de tiempo, el pedalear por el desierto árido más de 300 kms viendo sólo piedras y cactus y solo dos ciudades entre ellos.
Un desierto que se veía como éste.
Y a veces como este también, que a pesar de ser más fotogénico, no era más tentador para mí.
Habíamos leído en internet, también, que las próximas subidas eran interminables, largas y muy empinadas, y con curvas de esas que los camones no te ven al doblarlas…Como mi rodilla apenas estaba mejorando, decidimos a mitad de la subida de intentar suerte haciendo dedo. Fue una buena decisión, aunque siempre nos cuesta aceptarlo y resignarnos a hacerlo, el viento estaba en contra y muy fuerte y hubiera arreglado lo poco mejor que estaba mi rodilla. Ya había casi dejado de tomar antiinflamatorios, pero me molestaba a veces.
Al rato que parábamos las bicis al lado de un puente con una banquina grande para estacionar, una camioneta enorme paró y ofreció a llevarnos todo el camino a Constitución… No Gracias, le dijimos sólo hasta que termine la gran subida. subimos las bicis atrás con todo su equipaje arriba y viajamos cómodamente con aire acondicionado y conversando sobre la vida en la Baja por 40 kms.de subidas estrechas y empinadas. Yo estaba muy feliz de no estar empujando mi bici, por una vez en el asfalto caliente !
No fue fácil negarnos al ofrecimiento de ir con aire acondicionado hasta Ciudad Constitución, adonde llegaríamos recién al día siguiente, y más aun porque estaba tan ventoso y hacía tanto calor y era mediodía y el señor nos invitaba a su casa .. y No, dijimos que no, este es un viaje de bici y vamos a pedalear, ya nos sentíamos bastante mal de no haberlo hecho todo el día !
Nos bajamos en lo alto de la cuesta y desde allí el viento como fuego en la cara, intentó de que no llegáramos nunca a la ciudad, que parecía más bien un pueblo fantasma. Ciudad Insurgentes, caliente y a la siesta. llegamos exhaustos, y después de una búsqueda infructuosa para buscar algo rico y fresco para almorzar, optamos por unos helados de hiel granizado con cremas y jarabes muy dulces. Allí a la sombra de un negocio en la vereda, intentamos pasar la siesta y el calor infernal del mediodía.
Por suerte la ruta giró 90 grados camino a Ciudad Constitución, a la tarde y llegamos rápidamente.
El tránsito fue pesado entre las dos ciudades, pero la ruta ancha y no tuvimos problemas. Pero por primera vez se nos complicó encontrar un lugar para poner la carpa y armar campamento para la noche. Como era una pequeña ciudad, fue más complicado, que en los pueblos grandes, que habíamos estado.
A la salida de la ciudad, cuando pregunté por comprar un par de naranjas, me llenaron con las que me cabían en los brazos y no quisieron cobrarme nada, que ellos sólo las venden en esos sacos enormes !! Gracias 🙂 !
Preguntamos a dos personas, con casas con jardín, e incluso a la policía, pues la gente nos decía que no era seguro, y podíamos ver que tenían miedo hasta de nosotros. Los policías nos dijeron que las noches eran complicadas, que traían muchos criminales y que no iba a ser seguro estar con ellos. Ya bastante desilusionados, y después de recargar nuestras botellas de agua, en un negocio de agua potable; hicimos lo que debíamos haber hecho desde el principio, cruzar la ciudad y quedarnos en las afueras.
Mientras terminaba de atardecer, encontramos una familia juntando pomelos en una finca. Aunque eran los cuidadores del lugar, nos dejaron quedarnos sin problemas. La mamá mandó a traer sillas y mesa de plástico, para que cocináramos, cuando le dijimos que teníamos todo para hacerlo. Después se sentó junto a mí a ver qué es lo que hacía, mientras Harry armaba la carpa.
Para conversar y como eran las noticias en todos lados preguntamos si tenían noticias de la gripe ? ( la famosa gripe porcina que hacía su aparición en esos días, paralizando medio México )
– Aahh, La “Influencia” esa que le dicen, no acá a la Baja no ha llegado sólo está en México. Pero son todas mientras del gobierno, dicen ….
Por suerte no tendrían que preocuparse de gripes ni contagios, la gripe porcina no llegaría a la Baja California.
Sara era su nombre, sentada al lado mío miraba y esperaba pacientemente hasta que yo conecté la botella de gasolina con el calentador. Estoy segura de que me hubiera ofrecido usar su propia cocina , si no fuera por la curiosidad que le ocasionaba lo que hacía. Pero no fue nuestra cocinita, lo que le llamó la atención, sino qué íbamos a comer fideos, tallarines, yo le conté, pero no se quedaba tranquila y me preguntaba:
–y eso va a comer ?
-Si fideos, tallarines, es bueno para la bicicleta mañana, nos gusta bastante
– Pero eso ? Sopita ?
-Y cómo lo va a comer ?
-Bueno, con esta salsa de tomates ?
– Pero cómo lo va a comer ?
Ya no supe qué contestar – Con cuchara, tenedor … es rico..
– No, lo a a comer así solo sin tortillas , ni pan …
Ahhh ese era todo el asunto, en México , ya aprenderíamos no hay comida que no se coma , alternando los bocados con pedazos de tortillas, como hay quienes que comen así con pan…, no es nuestro caso, claro … y menos con tortillas que generalmente no me gusta y no les encuentro mucho sabor…
–Ahh , no así lo comemos solos, los fideos con la salsa de tomates está bien …
A Sara no le satisfizo para nada mi respuesta y al grito de …
– Toooooooooooñooo !!! Andá a traer tortillas para que coman los gringos ..
Con una gran sonrisa, me avisa que esperemos que ya van a venir las tortillas y calientes … Y Toño , de unos 14 años, sale veloz en su bicicleta roja a buscar tortillas, sin que pudiéramos agregar nada, ni protestar … Sabemos que las tortillas son infaltables en las tres comidas en cada casa, desayuno , almuerzo y café en la noche.
En los almacenes o sólo un cartel en la puerta de las casas encontramos carteles que dicen “ Tortillas 2 Tiempos” “Hay 3 Tiempos “ Nos llevó varios días adivinar , que anunciaban cuántas veces por día iban a haber tortillas calientes recién hechas de comal.
Unos minutos más tarde cuando los no aprobados fideos con salsa estaban casi listos, llegó Toño con un kilo de tortillas calientes envueltas en un repasador. Sara con una gran sonrisa de madre, nos pasó las tortillas diciéndonos, que por lo menos ahora teníamos algo para comer con la sopa.
No teníamos cómo agradecerle, ella estaba tan contenta !
Finalmente terminamos todos comiendo juntos. Toño nos dio una lección sobre como se toma la sopa o tallarines con tortillas. Cuchara en una mano y tortilla en la otra y alternando cada una. Sus papás cenaron, café y tortillas como es costumbre, y como extra unos pancitos blancos, y salchichas. Yo cambié mis fideos por un café y no tuve ni tengo corazón, todavía para decirle a ningún mexicano que no me gustan las tortillas y cuando me convidan, como lo que más puedo, pero no puedo terminar ni una … es un secreto…
A la mañana temprano compartimos nuestros sánguches de manteca de maní con Sara y Antonio. Conversamos nos contó que Antonio, Toño, no iba ese año al colegio, porque cuando lo fue a inscribir a la escuela que queda cerca ya no quedaba lugar, y no es muy bueno para los estudios,pero que el próximo año, iba a ir bien temprano. Toño estudia inglés y trae libros de la biblioteca, ayuda con el trabajo de la finca, y quizás vaya a trabajar como su hermano a una oficina con computadoras y todo, algún día. Nos despedimos de ellos difícilmente y con unos pomelos de más en las alforjas.
La ruta muy plana y el viento ok, incluso yo iba más o menos rápido en los primeros 55 kms. Pero cuando empezamos a cruzar la península de la baja por última vez, las cosas se pusieron difíciles otra vez.
Las colinas asomaron otra vez, y el calor se puso imposible, a más de 35 grados reales ( mi bici siempre marca más de 40°). Tiempo se parar para almorzar y descansar del sol, pero no había nada más que desierto alrededor nuestro.
Finalmente después de 80 kms encontramos una lonchería abierta, y Harry se tomó una gaseosa ( refresco en méxico ) fría mientras me esperaba. Los clientes del bar, no le creían y lo miraban a Harry como si fuera un marciano, cuando respondió que venía de cruzar la Baja California toda y que venía desde Alaska. De verdad no le creían, y sólo al escuchar mi español mas claro, se convencieron , sólo un poco más.
La verdad que en estos días yo me pregunto mil veces , poniendo de muy mal humor a Harry, si pedalear en este desierto con este calor y este sol imposible no es absolutamente insano ! Y no tengo dudas de que sí, sólo me vuelven las ganas de seguir al atardecer cuando refresca un poco. Por otro lado a Harry le encantan los desiertos, el paisaje y el desafío de ir en bicis en ellos …
Lamentablemente para mí, nos faltan varios desiertos que cruzar hasta llegar a Ushuaia, si es que termino este…
Después de más refrescos y unos sánguches que llevamos, no nos queda más que descansar, el kiosquito, sólo tiene papas fritas y cosas así, y caramelos .. tenemos tanto calor que no tengo ni hambre, sólo sed y más sed. Nos quedamos sólos y trranquilos, nos morimos de calor y de sueño, y no hay forma de salir al sol.
Leemos libros enteros durante esas siestas, a medias vamos terminando uno de un motociclista que siguió la ruta del Che por sudamérica para conocer un poco más, nos gusta es crítico y no todo son rosas en la historia. Las rutas del Perú son difíciles para la moto, no quiero ni pensar en cómo haré con la bici.. mejor ni pienso, falta mucho …
En una habitación de atrás una abuela, teje sentada en una galería, escuchamos que mira televisión a todo volúmen, los nietos cambian el canal y miran dibujitos.
La abuela llama a los niños a gritos, que le traigan un refresco del negocio, que cambien de canal y le pongan la novela, otra vez que pongan la novela. Que no griten !!
Nos ha visto cabecear e intentar dormir sobre las mesas… cuando escuchamos …
– Braulioooo ! Traéle unas colchonetas para que duerman los gringos !!
Y Braulio, trae las colchonetas y somos las personas más felices por una hora ! Las acomodamos junto a las bicis, sobre el cemento, al lado de un monumento indescriptible de otra virgen de guadalupe y dormimos una siesta !!
Apenas unos grados bajan, cerca de las 4 de la tarde, sin mucho ánimo seguimos camino. Ahora sí es una montaña rusa .. sube y baja .. rumbo al Cien ! Nuestra parada para esta noche El Cien es el nombre de un caserío justo donde está el poste que marca el Km 100 hacia La Paz y el fin de la ruta.
llego al cien, con mucho esfuerzo y feliz de haber terminado el día !
Sólo cien kms para terminar la infame Baja California !! Uhhjuuu ! Mientras buscamos agua en una lonchería almacén, una combi que vende medias y calzones, camisas y camisetas, por la ruta, nos ofrece llevarnos hasta La Paz esa misma noche, en una hora llegamos, nos dice ! Pero nos queda un sólo día de ruta y lo vamos a hacer al día siguiente !
Acampamos al otro lado de la ruta junto a una casa abandonada, la gente del restaurante nos asegura que es tranquilo y seguro. Comemos nuestra pasta y tenemos una cena preciosa mirando el atardecer y los colores rojos del desierto tras las sierras … Escuchamos música en la carpa y las sirenas de algunos autos de policía que parecen pasan todos por allí esta noche.
Hoy planeamso terminar con la trilogía de días de 100 kms y llegar finalmente a La Paz.
A la mañana estaba fresco, Si !!! Y hasta encontramos mucha niebla en los primeros kilómetros subiendo. Más tarde lo de siempre el calor imposible, el sol que quema y ni un km plano, estuvimos subiendo y bajando todo el día, pero mucho más subiendo. 🙁
También habían algunos pueblos o algo en el mapa que no coincidían con la realidad de la ruta. Y a los 50 kms extrañábamos encontrar un lugar con sombra y agua donde descansar. O carteles como el de la foto que anunciaban comida y agua y sólo quedaba el cartel, el kiosco había desaparecido.
Sin más agua, nos íbamos convidando lo que nos quedaba, y tuvimos que aguantar 2 horas más y miles de cuestas, antes de encontrar un kiosquito, pero con agua y refrescos y sombra !! Era chiquito y apenas si entrábamos 4 personas una mesa y la heladera ! Unos de los clientes nos mostró un escorpión grande y venenoso, dentro de una botella de plástico.
Amablemente nos dijeron que estábamos cerca de algunas loncherías donde podríamos parar para descansar del sol de la siesta. Allí fuimos. Después de cocinarnos unas sopas instantáneas, Harry se acomodó para dormir en unos bancos largos en una gran galería que daba a la ruta.
Entonces le grité a Harry que venía un remolino , era grande de tierra y venía cas directo adonde estábamos. Pero no, viró y se fue derecho a lo de los vecinos , unas construcciones de planchas de acero, que se estremecieron todas y una salío volando peligrosamente por el aire ! No es que yo vea de estos remolinos a diario en San Juan, pero se de que se trata y la tierra y el viento son algo cotidiano. Pero Harry no salía de su asombro.
Harry creyó que yo estaba escuchando una radio o algo así-
y me preguntó dónde ?’ Allí !!!
Después que, el remolino pasó y siguió su camino en el desierto , yo fui a ver si los vecinos estaban bien. Afortunadamente nadie se había lastimado y ya iban en camino a buscar el pedazo de techo que se había volado, pero era un negocio de ropas y cosas de segunda mano, y todo estaba cubierto de tierra ahora. Mientras Harry descansaba volví al lugar y miré entre las montañas de ropas usadas provenientes de EEUU, en su mayoría, y encontré una maya o short de baño verde casi fluo nike para Harry o para mí , ya llegábamos a la playa o no ?? Por medio dolar me arriesgué a que Harry me sacara corriendo con la adquisición.
Cuando volvía un niño llegaba corriendo y riendo entre carcajadas, casi sin poder hablar … nos contaba, que su perra había salido volando ! y casi se caía de la risa ! La vida en el desierto …
Una hora más descansando y nos animamos a seguir, después de comprar un galón de agua fresca ! Con el cansancio que teníamos no nos habíamos dado cuenta de que estábamos en la cumbre de las cuestas y desde allí sería casi todo bajada hacia la Paz. Qué felicidad ! Ya veíamos el mar y podíamos contar los kms en cuenta regresiva !
Casi 20 kms cuesta abajo hacia la ciudad, o la entrada de la ciudad y después la ciudad propiamente dicha !
Encontramos a la familia de franceses y sus niños,que sorpresivamente, van viajando a nuestra misma velocidad, haciendo mucho camping y disfrutando de ir despacio.
Necesitábamos WiFi y lo encontramos rápido, allí en la compu nos esperaba una sorpresa, el broche de oro para la Baja California… hay quienes dicen que todo esfuerzo tiene una recompensa .. en este caso fue así …
Pasamos un mes desde Tijuana a La Paz, parando y pasando varios días en diferentes lugares y playas. Entre los dos dedos que hicimos por mis rodillas habrán sido casi 100 Kms) y pedaleamos 1430 kms. Después de la primer pinchadura de Harry en Tijuana, no volvimos a tener pinchazos ni ningún otro problema con las bicis, a pesar de todos los cactus y espinas del desierto, las rutas están limpias ! Y nosotros sólo tuvimos esos dos días de intoxicación y fiebre …
My knees held out well, not getting better, nor worse, but I had very few problems with my back. Ivana had gotten sick from eating bad food, but that passed in a few days time. All in all a hard but satisfying experience, that we would not have liked to miss out on… More reflections later, for now here are the trip sections as described above:
Cuando pudimos dejar Mulegé, comenzamos inmediatamente a trepar otra vez, una colina que nos separaba del mar. ! En el mismo momento en que perdimos de vista el mar, el calor se volvió insoportable, el sol quemaba, y teníamos que mantenernos bebiendo mucha agua, y descansando aún sin sombra.
La recompensa llegaría con la vista de la Bahía Concepción. El lugar favorito de las ballenas para tener sus crías, un collar de playas pequeñas y blancas como perlas, algunos con alguna lonchería o posada, la mayoría, totalmente vacías.
Hacía tanto ,pero tanto calor, que paramos sólo a 43 kms en el restaurante de un amigo de Bill, en Buenaventura Beach.
Y decidimos quedarnos a pasar la tarde. Al menos la siesta en principio. Hacía tanto calor, que no nos animábamos de verdad a estar al sol. El bar tenía Wi Fii, y al finbal nos quedamos taaaanto tiempo, que decidimos quedarnos, a acampar allí mismo, con permiso de los dueños.
Aparte de los dueños y unos amables empleados, nos acompañaba una familia francesa, que viajaban en una casa rodante, ya los habíamos encontrado hacía unos días por la ruta y compartimos un lindo tiempo juntos. Esa noche cociné en la cocinita de su casa sobre ruedas ! Viajaban casi a nuestro propio ritmo, enseñando a sus tres niños, el último de menos de 2 años !
El sol estaba tan fuerte , y no había ninguna brisa, por lo que a pesar de que en las fotos, las playas parecen un paraíso, al ser tan calientes y con casi sin sombra, no eran tan disfrutables, pero comparadas con la ruta caliente en la bicicleta, eran mi paraíso ! Sí ! Hasta los perros, muertos de calor, entraban al aguan a refrescarse y tratar, sin éxito de pescar los escurridizos peces en el mar.
Nos quedamos casi todo el día alrededor de la sombra del restaurante, conversando, leyendo y mirando las historias desde internet sobre la Gripe Porcina o Influenza, como sería el nombre elegido en México para nombrarla. La situación parecía bastante grave en México y el resto del mundo estaba muy alarmado, pero la Baja California estaba libre de contagios , todavía !
Para cuando estuvimos un poco decididos a partir, ya hacía un calor terrible y el sol quemaba fuera de la sombra, así que mejor, nos quedamos a nadar y hacer un poco de snorquel con unas antiparras de nadar nuevas. Habían muchos peces de colores y unas mantarayas escondidas entre la arena ! Hacía tanto tiempo que no veía peces bajo el agua !
Las aguas de los mares de la Baja California, son como las caribeñas, totalmente claras y paradisíacas, casi soñadas .. si no fuera por el calor, en la playa !!
Sólo dos horas antes del atardecer, el calor se pone un poco más tolerable y partimos en las bicicletas hacia nuestro próximo campamento. Sabíamos que al día siguiente nos esperaba una gran cuesta, y decidimos dormir a los pies de la subida, en unas playas, para al día siguiente, temprano, encarar la trepada cuando todavía estuviese fresco.
Íbamos felices por la ruta vacía, cuando vimos a lo lejos un gran grupo de delfines que pasaban nadando y saltando hacia el norte ! Tenían razón, la Baja se estaba poniendo día a día más buena !! Llegaba la temporada de playas en bicicleta y playas de aguas cristalinas, peces , delfines !! Estaba feliz ! Había valido la pena el esfuerzo !
En el punto más al sur de la bahía Concepción, encontramos los restos de un RV camping, en desuso y totalmente abandonado, sólo quedaban unos quinchitos en pie y unos bañitos de madera. Un sendero de arena nos llevó directo a nuestro lugar en laplaya donde poner nuestra carpa. Acampamos y cocinamos a la orilla del mar, luego que nos aseguráramos que nuestra única compañía cercana eran unas vacas pastando entre los espinos.
Miramos el atardecer comiendo tallarines , sentados en la arena, sintiéndonos muy afortunados, felices y en paz !
En el camino, ese día encontramos esta señal, seguro no estaba destinada a los ciclistas, pero a nosotros nos pareció que nos la habían dedicado especialmente .. porque vamos despacio, en el viaje, ni hablar de qué tan seguido, actualizamos las páginas !! Por otro lado, Harry opina que los latinoamericanos enarbolamos la frase como una bandera para justificarnos de llegar siempre tarde a todos lados !! Como sea nos encantó encontrarlo !!
El plan era estar en las bicis al amanecer, no fue sino una hora después que estuvimos listos para cruzar las colinas que nos separaban de Loreto.
La ruta con muchos vados y curvas, estuvo un poco peligrosa, porque los camiones, no pueden vernos bien a la distancia, peor compensaba que no eran muchos. Y casi todo el tiempo estábamos solos en la ruta.
Empujamos las bicis cuesta arriba, cuando se puso muy empinado, por precaución, cuando lo necesitamos y para cuidarnos las rodillas, maltrechas que teníamos.
Las playas, me encantaron, pero la verdad, que yo ya estaba bastante harta de pedalear en el desierto, con tantas cuestas, creo que no es lo mío, definitivamente.
Una bajada de 20 kms nos sorprendió, para después dejarnos de vuelta en un infierno de subidas, que con el calor, se sentía como estar pedaleando dentro de un horno de pizzas, ( me imagino)
Nada de sombra en todo el día de bici y el viento de frente que se sumaba, para no dejarnos llegar nunca a destino ! Trepar y trepar con 35 ° no es nada divertido…
No teníamos más agua, por supuesto , no importa cuánta agua lleves, nunca es suficiente en la Baja. Los lugares donde supuestamente encontraríamos más agua, no los vimos, y anduvimos más de 30 kms, sin una gota al borde de la deshidratación y el colapso, emocional, al menos ! Después de pensarlo unas horas, decidí parar una ambulancia, que nos regaló una botella con medio litro que quedaba de agua tibia ! Gracias ! Y con eso pudimos seguir un poco más.
Finalmente después de 65km y casi 6 hs de ruta, llegamos a la ciudad de Loreto !! Una ciudad bien diferente de las que veníamos viendo con un centro colonial y restaurantes y casas de licuados y refrescos , incluso un supermercado !
Tomamos jugos y yogures y yo me compre un salvavidas gigante de colores para flotar en el mar… , que era mi plan par los próximos días y meses, alternando con la bici.
´Pero antes que todo eso, lo primero que hicimos, fue buscar agua como si viniéramos perdidos del desierto. En la entrada del pueblo, un negocio que vendía agua potable, nos rellenó nuestra botella de 2 litros y no quiso cobrárnosla, y más adelante un puesto de policía turística y bomberos, nos regaló varias botellas, que rechazamos, ya que sólo queríamos rellenar las nuestras. ( reciclar botellas plásticas, realmente no funciona y el producto que resulta es tóxico, así que cuanto menos usemos mejor : )
Mientras recorríamos el bonito centro de Loreto, pasmos un restaurante que estaba lavando algo con una manquera y por poco nos damos una ducha en medio de la calle con ella, para sacarnos toda la sal, del día. Piernas, brazos, cuello, cabeza, gorra, todo bajo el chorro refrescante !! No pudo existir nada mejor en esa siesta !
Ya hidratados y un poco más frescos, nos decidimos a pedalear los últimos kms que nos faltaban para llegar a Juncalito. Un pequeño caserío a orillas del mar y a una decena de kms de la ciudad.
Por el camino, pasamos unos hoteles de tipo resorts, con grandes canchas de golf y una ostentación, que hace mucho no veíamos.
La temperatura finalmente bajó un poco, pero a pesar del fresco de la mañana y del atardecer, el promedio en nuestro reloj, nos marcó 30, 2 ° C, en ese día ! Estábamos listos para un descanso después de casi 8 horas en las bicis !
Dos subidas más terribles y llegábamos, donde nos esperaba Roberta, nuestra warmshower en Juncalito. Aunque sólo necesitábamos una ducha bien fría , por esta vez.
Roberta vive desde hace unos años, en una pequeña villa de casitas de vacaciones, mitad de material, mitad quinchos, casi totalmente ecológicas, llenas de paneles solares, bien ventiladas. Juncalito es un pequeño paraíso lleno de vecinos extranjeros simpáticos y amables y algunas familias locales que conviven en armonía a la orilla de la playa.
Cuando sus vecinos nos vieron llegar, una de ellas vino corriendo con varias verduras en sus manos parea darnos la bienvenida !
Roberta, inclusive nos había preparado una cena deliciosa, que nos hizo sentir que habíamos pedaleado directamente del infierno del desierto a lo que un ciclista puede imaginar por paraíso. Fue un placer conversar con ella y conocer gente que vive tan diferente del resto, por propia decisión. Roberta es artista también y una mujer muy inteligente e interesante. Gracias por todo Roberta.
Roberta nos insistió en que nos quedáramos más de una noche, y nos convenció cuando nos contó que había una fiesta el fin de semana en la bahía contigua, en Puerto Escondido.
Así fue que nos quedamos 3 días en Juncalito disfrutando de unos días geniales. Uno de sus vecinos tiene varios kayaks, que nos prestó y pudimos ir a explorar y disfrutar del mar, rodear una isla llena de pelícanos y cangrejos gigantes. Y nadar con peces de colores en el agua cristalina. También podíamos verlos desde los kayaks, a medida que remábamos lentamente en la bahía, que más que un mar, se parecía a un lago muy calmado, incluso con rocas en la costa.
Se sino genial poder hacer otro ejercicio que no fuera sólo pedalear, también nadar y flotar con mi inflable, como lo venía alucinando en la ruta !.
Esas montañas , las de la foto, tendríamos que cruzar, apenas saliéramos de Juncalito, pero por ahora disfrutábamos de estar a nivel del mar !
Peces de colores, la foto está tomada desde afuera del agua ! Para mí que vengo de la montañas, estos pequeños milagros no dejan de sorprenderme nunca !.
Vi por primera vez una estrella marina en el agua y nunca estuve tan cerca de pelicanos, a quienes me acerque valientemente venciendo mi fobia a todo tipo de aves.
Contentos como estábamos , fuimos a “Loreto Fest ”. Todos los años, se reúnen en Puerto escondido, familias y parejas que viajan en barcos , mayormente desde Estados Unidos y Vancouver, para una fiesta que dura 3 días, para recaudar fondos para una escuela local y sus alumnos. Esos son los cruisers, como los cicloturistas, ellos viven y viajan, pero en sus botes, con velas y motores.
La mayoría de los cruisers tienen alrededor de 50 años, pero también algunas parejas jóvenes y algunos viajando con toda la familia y niños.
Tienen este punto de encuentro para recaudar dinero entre ellos mismos, y para celebrar la vida y su forma de vida. Tienen tómbolas, juegos, venden mucha cerveza y tragos y comidas y a la noche tienen bailes y más juegos, donde todos participan. También quienes cantan y tocan instrumentos organizaron un escenario y pista de baile.
Nosotros participamos de un concurso de chicle- globo y estuvimos en la fiesta de los Cincuentas, con concurso de disfraces y comimos riquísimo en la noche de potlach, con gran helado incluido !
Nos gustó mucho conocer a quienes viajan de manera tan diferente y de hecho tienen una linda subcultura que comparten.
Estábamos felices de haber descubierto el paraíso de Roberta, pero teníamos que seguir. Nos quedaba ahora sí el último trecho hasta el fin de nuestro camino en la Baja California.
La dejamos en su casa solar, y nos despedimos con un hasta siempre, de ella, mientras nos saludaba desde el balcón, que cada día llegan muchísimos colibríes o picaflores.
El próximo objetivo, La Paz, nuestra puerta de salida hacia mainland México.
Total km: 9225. Rodillas y espaldas, bien, pero sobre cocinados ! No más pinchaduras en este tramo de la Baja ! : ) Aún con tantos cactus !