27 de Abril 2009: San Ignacio – Santa Rosalía, 81km, 830m subidos, 888 mts bajados

– No fue fácil irnos de San Ignacio ! Después de una taza de café y otra de horchata y de despedirnos en  casa Leree de Jane,  a regañadientes, porque queríamos seguir adelante, dejamos el oasis atrás y volvimos al desierto, que nos pareció mas desierto que nunca.

Volcanoe Las Tres Virgenes por exposedplanet.

El oasis estaba, por cierto, en  un valle y tuvimos que empujar las bicicletas cuesta arriba los primeros kilómetros. Después de varias cuestas arriba – abajo y volver a empezar … se convirtió en una verdadera montana rusa. Saber que teníamos que subir bastante ese día no me ayudaba en absoluto a mejorar el humor , mientras sentíamos que el sol nos achicharraba.  Apenas vi una casa con almacén dentro pare a mirar, tener sombra y descansar por unos minutos y comprar garrapiñadas de maní, conversar con los dueños y tomarme un vaso enorme de agua helada que me regalaron.

Después de eso un viento de frente, constante y molesto nos acompaño, mientras subíamos 25 kms.  Nos parecía que teníamos las ruedas pinchadas, no podía ser que fuéramos tan despacio, pero si era posible si solo íbamos  subiendo y subiendo.  El desierto parecía no acabar nunca y el calor era intolerable como cada día. El único consuelo del día era que después de pasar el Volcán Tres Vírgenes las subidas terminarían y tendríamos una feliz bajada hacia el mar en Santa Rosalía.

Las bajadas, eventualmente llegaron, pero llenas de curvas, de esas que uno baja a máxima velocidad y frenando.  Un poco peligrosas, para mi gusto, igualmente tan pronto como bajamos , comenzamos a subir otra vez.  Esta vez más difícil, porque el sol empezaba a arder con toda su fuerza y sí, no había ninguna sombra ni para descansar.

... y Más cactus por ti.

El único entretenimiento fue un buitre comiendo una serpiente chatita en el medio de la ruta, a esta altura del desierto, los pobres cactus ya habían perdido todo su encanto y aparte de colinas de arena naranja el desierto era una tortura y ya empezaba a necesitar mas agua.

Sabíamos que nos acercábamos a una de las ciudades importantes de la Baja, cam,.iones y buses a toda velocidad nos pasaban también queriéndose escapar de este infierno, digo desierto … Casi no tengo fotos de ese día, porque tenia todas mis energías canalizadas en bajar un pedal después del otro  y subir y bajar subir y bajar.  De repente como salido de un cuento apareció un cartel con cubiertos en la ruta ! Un comedor!  No, no podía ser y no fue !  Era un restaurante , pero abandonado y un viejito que lo cuidaba. El señor no me entendía cuando le hablaba, y eso que los dos hablábamos español, pero le pude explicar que necesitábamos agua. Finalmente me llevo hasta una cocina donde llene unas de nuestras botellas de un viejo botellón ! Gracias !

Valle de los Cirios

Ya estábamos más cerca de Santa Rosalía, y todavía esperábamos los cientos de kms en bajada, que teníamos prometidos, pero ni señales de ellos.  Esperando que la ciudad, al ser portuaria, estuviera al nivel del mar. 🙂

Yo ya venía de mal humor e impaciente por llegar, pero el camino seguía subiendo y subiendo y yo ya bien cansada, en una de las curvas, me bajé y caminé con la bici. Fue uno de esos minutos de suerte, porque de la nada se escucho como una tromba, un convoy de camionetas y más de 5 colectivos de larga distancia, que venían a toda velocidad, mientras una camioneta de la policía les venía abriendo el paso. Los colectivos, no llevaban más de  30 mts de distancia uno de otros, y fue sólo cuestión de suerte, que yo no estaba en la ruta, porque no hubieran tenido tiempo de reaccionar y esquivarme a esa velocidad.

Cuando pasaron me quedé temblando y furiosa, subí a la bici y emprendí el comienzo de la gran bajada. Hasta que encontré a Harry que con cara de horror me esperaba unos metros más adelante. Uno de los conductores le había hecho unas señas frenéticas sobre mí. Y ya se imaginaba que la había pasado mal con semejante desastre en la ruta.

last dusty slopes towards Santa Rosalia por exposedplanet.

Harry sin poder creerlo, había visto a los colectivos y camionetas pasar, también a toda velocidad y se habían tirado por una bajada casi vertical y llena de curvas, en un acto suicida y homicida para los pasajeros, que poco podían hacer.

Estaba yo tan enojada, que tuve que calmarme primero, para poder poner toda mi atención en la bajada de entre 12 y 14 %, de esas que yo bajo frenando todo el tiempo. Al lado de la ruta descansaban desconsoladas muchas cruces, testimonio de que no todos, habían podido frenar a tiempo.

Cruces casi como guardavallas al costado de la ruta, .. a falta de banquinas ...

No todas las bajadas son placenteras, como verán, y más cuando uno pierde en unos minutos lo que nos costó horas subir con tanto esfuerzo y calor. De todas maneras, todavía nos quedaban varias subidas hasta que pudimos ver el Mar de Cortez y llegar al tan añorado nivel del mar y a Santa Rosalía.

Cruces en la ruta

Santa Rosalía, reclama en los lonely planets, que es una ciudad de arquitectura francesa. Sospechaos que los autores de los libros no han estado nunca en Francia.

Habían un grupo de casas de madera a diferencia de las de bloques, pero todo el encanto estaba perdido , por casas construidas unas arribas de otras, sin espacio entre ellas para un pequeño jardín ni nada. Tampoco ningún lugar a la vista para pedir poner nuestra carpa.  Las calles angostas y llenas de autos y de gente, nos llamaron la atención.

Al primer policía que vi cortando el tránsito, le conté lo que habíamos presenciado en la ruta y me indicó ir a la plaza central, también molesto al oír mi explicación. Decidimos primero buscar un lugar donde poder dormir antes de ir a quejarme a la policía, pero después de pedalear hasta el final del pueblo, donde ya no parecía prudente seguir, volvimos al centro, donde encontramos la razón de semejante lío en la ciudad.

Se celebraba el discurso del primer informe del gobernador. En donde el gobierno recita los logros como grandes hazañas, más que como su trabajo y la gente aplaude vitorea, y otros comen tacos, algodón de azúcar, helados y toman cerveza como si se fuera a acabar el mundo en unas horas más.

Estábamos tan molestos, que no pudimos disfrutar de la feria y nos costó mucho tiempo poder convencer al personal de la Cruz Roja de que podíamos dormir en un pequeño garaje, que estaba prácticamente en la calle y lleno de material de construcción. Ya nos habían dicho que no, los bomberos y la policía, pues estaban muy ocupados toda la noche porque había venido mucha gente y policías de refuerzo de todas las ciudades de la Baja California.

Mientras me contaba eso el policía, yo até cabos y supe inmediatamente que ese había sido el motivo de la locura de los colectivos y la alta velocidad de la policía en la ruta: en ellos venían los funcionarios y adeptos políticos a celebrar al gobernador, y claro, venían tarde.  El comisario me informó que la oficina donde podía poner las quejas era independiente de ellos, y que se encontraba a varios kms fuera de la ciudad. Y tuve que masticar el enojo y guardarlo para el día siguiente.

A esas alturas estábamos agotados y la noche que se venía no iba a ser buena.

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Nos desplomamos en un restaurante con vista a la plaza , donde esperamos por horas una pizza con jugos de frutas ! Mientras todo el pueblo desfilaba por las calles y aplaudía frenético el cumplimiento de las tareas del gobierno, como si fuera una entrega de los  Oscars.

Fiesta in Santa Rosalia por exposedplanet.

También parece que encontramos detrás de los políticos la gran bandera mexicana que extrañábamos en Guerrero Negro, coincidencia?

La Fiesta de verdad comenzó cuando se acabaron los discursos y una banda con una música estridente y horrible hizo vibrar ( literalmente ) el pueblo, peor como habíamos tenido un día tan terrible, nos dormimos al rato de guardar las bicicletas y cerrar la carpa.  Descansamos entre las 3 o 4 de la mañana en que se acabó la música, y terminaron de pasar los borrachos, hasta las 6 que empezaron a ladrar los perros.

26 Abril 2009: Santa Rosalía – Mulege, 68 km, 500m Subidos y bajados.

Eiffel's Church, Santa Rosalia

Fue recién a la mañana, cuando pudimos ver un poco del tan aclamado encanto de Santa Rosalía. Encontramos la Iglesia de Eiffel ( el de la torre)  Famosa, no sólo porque la diseñó Eiffel, sino, porque fue el primer edificio prefabricado en cruzar el océano en cajas y ser re ensamblado aquí  reconstruido.

main street, Santa RosaliaEl otro edificio famoso es una panadería, que aparte de tener una variedad de panes dulces y tortas, medio que todas las cosas tenían el mismo sabor y nada muuuy rico. Pero compramos igual bastante pan, porque el día era largo !

Panaderia Boleo, Santa RosaliaHarry tuvo un súper lindo día en la bici, pero yo sufrí cada kilómetro. Todavía enojada; aunque decidí en el camino no perder tiempo en poner las quejas en ninguna comisaría.  Sí estaba molesta y con miedo en la ruta. Bastante cansada del desierto y tuvimos tantas subidas como fue posible diseñar en la ruta.

Aunque puede verse que en la Baja California Sur, arreglan mejor la ruta y hay más puentes y menos sectores tan peligrosos  como en el norte.

More desert gravesAl fin del día, de mis fuerza y voluntad, Harry, desde lo alto de una colina, anunció triunfal que faltaban sólo 10 km quizás todos en bajada.

Pero no, allí empezó una montaña rusa de sube y bajas hasta que por fin pudimos ver el oasis de Mulegé en un verde  valle.

Oculto por palmeras, Mulegé parecía la tierra prometida, para tomar unos días de descanso !

Tuvimos que explorar todas las calles del pueblo para al fin encontrar la casa de Bill, nuestro host, y finalmente poder relajarnos y disfrutar de haber terminado otro día en La Baja, y todos los viajeros dicen que desde aquí empezaba lo mejor !

Oasis Mulege por exposedplanet.

Nos quedamos 3 noches en Mulegé, descansando, yo cocinando mucho, tartas, currys, postres  y comiendo tacos de pescado con Bill. El disfrutó de tener a alguien también en la cocina, pues vive sólo, y Harry pudo poner al día algo de su trabajo, antes de seguir al ultimo tramo de la Baja.

Restaurant, Mulege por exposedplanet.

Mulegé es un lugar muy seguro, nos contó Bill, en cuanto al crimen, pero el mayor peligro viene del cielo. Los Huracanes, han golpeado a Mulegé duramente, destruyendo toda la costa y la entrada del río en la ciudad. La casa de Bill, se inundó en el 2006 y  quedó inutilizable, el nivel del agua alcanzó a un puente por donde normalmente, puede pasar un camión, debajo. Y mucha gente tuvo que correr para salvar sus vidas.

Hoy en día , muchos norteamericanos, jubilados, intentan vender su casas grandes a la orilla del río, sospechosamente a precios bajos. Aún cuando es un lugar muy tranquilo, seguro quieren investigar antes de invertir en este pedazo de paraíso.

Ivana in Mulege por exposedplanet.

Bill, es todo un personaje, tiene unos gratos negros que adora ! Y bastante mal genio , pero bien combinado con un agudo sentido del humor ! Gracias Bill por un gran descanso, en el momento más necesario !

Ivana, Bill & Fish tacos, Mulege por exposedplanet.

La Iglesia colonial de Mulegé, con un oasis de palmeras, alrededor, no parece muy impresionante en la foto, pero si vieran el desierto que rodea a todo esto !!

Mission, Mulege por exposedplanet.

Vista aérea de Mulegé, no, no hemos sacado la foto nosotros.

Kowalski, status report!

Las rodillas, aguantan, nos duelen a veces en la ruta, especialmente al final del día, y cuando subimos mucho. Las bicicletas perfectas ! Los flojos somos nosotros ! 🙂

Aquí un gráfico del amino desde San Ignacio hasta Santa Rosalía ! Y yo que tenía la ilusión de que los desiertos eran planos !

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